jueves, 16 de abril de 2015

La cuestión era ganar y se dio



La cuestión era ganar, sin importar cómo, y The Strongest lo logró sobre el ecuatoriano Emelec (1-0), ayer en el estadio Hernando Siles, lo que le permite seguir vivo, con chance de clasificarse a los octavos de final de la Copa Libertadores. Así como jugar bien no es prenda de garantía para vencer, a veces haciéndolo mal los resultados se dan, y algo de eso le pasó esta vez al Tigre, que más que fútbol puso entereza, fuerza, su garra tradicional, y sumó otros tres puntos que a una jornada del final del Grupo 4 lo ponen como puntero, aunque deberá ir en pos de la clasificación a Brasil, a jugar frente al Inter de Porto Alegre.

No fue un partido de muchas opciones de gol. Es que The Strongest estuvo “amarrado”. Emelec marcó bien y el Tigre no fue profundo. En la primera etapa, apenas dos llegadas con peligro de gol, una más que la otra, lo dicen todo. Tener la pelota, mandar centros, todo eso fue insuficiente. La ausencia de Pablo Escobar, un hombre que desequilibra en cualquier momento, se notó mucho.

El disparo de Cristaldo al iniciarse el partido mostró cuánto quería The Strongest acercarse al arco de Dreer y liquidarlo, pero fue solo un espejismo. Otro tiro de Castro, que obligó al golero a rechazar con los puños —a los 8’—, y el de Cristaldo, luego de un córner —a los 43’—, fue toda la “artillería” atigrada en esa primera mitad. Con menos, o sea sin tener tanto la pelota, Emelec llevó más sensación de peligro, eso porque salía rápido y encontraba descuidada a la defensa.

A los 3 minutos, Achilier ya pudo anotar luego de un corto despeje de Vaca. A los 11’, la pelota cruzó todo lo ancho del arco stronguista; y a los 23’, Herrera no pudo definir. La segunda parte no fue muy diferente. Otra vez confusa por la marca que proponía uno y la poca generación ofensiva del otro. Los centros fueron una especie de solución para The Strongest, otra forma no había, además ya lo tenía a Melgar en la cancha. Tenía que probar y esperar que se dé algún rato.

Sucedió a los 58’, lanzó Cristaldo desde la izquierda, pivoteó Ramallo, hubo un rebote y la pelota le quedó a Chumacero, cuyo remate se desvió en alguien y engañó a Dreer (1-0). El Tigre pudo hacer el segundo de inmediato (Melgar estuvo cerca dos veces), y después si bien no renunció a atacar, más bien optó por controlar el juego sin perder la pelota, pasó algún susto, pero pudo llevar el resultado hasta la victoria final.

Destacado - Alejandro Chumacero

El gol salvó al Tigre. Lo hizo el hombre que jamás deja de luchar. Corrió todo el partido. Hacer el tanto de la victoria fue su premio.

El árbitro - Regular

José Buitrago (colombiano) cobró en el final una falta inexistente que no tuvo consecuencias. Se la pasó inexacto en sus decisiones.

Los datos

Solicitado

¿Qué jugador tuvo más tiempo la pelota? Sin duda fue Ernesto Cristaldo, a cargo no solo de tratar de generar el juego ofensivo, sino de las pelotas paradas. Por asumir esa función tuvo un importante desgaste y lo hizo bastante bien.

El rival

Emelec no fue gran cosa. Estuvo bien parado de mitad de cancha para atrás, en esa función defensiva le ocasionó muchos problemas a The Strongest. Pero fue muy tibio, demasiado, en ofensiva.

El Tigre tiene que buscar su pase en Brasil

Así como puede clasificarse, The Strongest también puede quedar eliminado, lo que deberá resolver el miércoles 22 de este mes, cuando visite al brasileño Internacional de Porto Alegre. La victoria conseguida ayer en el estadio Hernando Siles pone al Tigre en el primer lugar del Grupo 4, con nueve unidades, sin embargo, debe esperar lo que suceda hoy en Santiago, entre Universidad de Chile e Inter (21.00). Emelec con cinco partidos e Inter con cuatro, cada uno tiene siete puntos; y en el último lugar —todavía con chance— está Universidad de Chile, con tres.

Mucho va a depender de lo que ocurra en el partido de la fecha para saber si The Strongest estará obligado en la última jornada a lograr un triunfo o le bastará con conseguir un empate. Lo que pasa es que si Inter gana hoy como visitante llegará a diez puntos, los mismos que podría hacer Emelec si vence a Universidad de Chile.

En ese caso, a The Strongest no le serviría empatar en Brasil —y tendría que ganar sí o sí— porque, si bien también haría diez unidades (Inter subiría a 11), el ecuatoriano avanzaría por tener mejor gol diferencia (en este momento es de más dos contra cero). En cambio, si Inter empata o pierde hoy, al cuadro boliviano le clasificaría un empate en Brasil. The Strongest también podría avanzar con los nueve puntos que tiene (o sea perdiendo en su último encuentro en Porto Alegre), siempre y cuando Emelec no derrote a ‘U’ de Chile el 22.

Como local, imbatible hace rato

Cuatro triunfos

En lo que va de esta Copa Libertadores, The Strongest ha ganado todos sus partidos jugando en casa, ésa es su fortaleza: en la primera fase, al Morelia mexicano; en la segunda, al Inter brasileño, el Universidad de Chile y el ecuatoriano Emelec.

Van nueve

Pero la racha como local va más lejos. The Strongest no pierde hace nueve partidos jugando en el Siles por Copa Libertadores, todos los resolvió con victorias. Su última derrota fue el 14 de marzo de 2013, cuando cayó ante el Atlético Mineiro (1-2).

Un empate

Este año, el Tigre logró como visitante un empate, en México frente al Morelia. Ese resultado y la victoria en La Paz ante el mismo rival le valió para clasificarse a la segunda fase, en la que en cambio ha sido derrotado las dos veces que ha salido, en Ecuador y Chile.

Óscar Dorado Vega: La convicción de Alejandro lo desenredó

El refuerzo de actitud con el que The Strongest inició la segunda parte estableció la diferencia. Y en ese lapso, el del primer cuarto de hora, Chumacero —que volvió del descanso decidido a asumir como propio el liderazgo del equipo— convirtió y decidió el partido.

Todo, después de un periodo inicial muy complejo. Jugado como lo quería Emelec, que cortó los caminos, agrupado correctamente, haciendo que sus líneas no se distanciaran. Frente a ese panorama al local le costó, quizás porque centralizó demasiado, sin profundizar entre líneas, pecó de escaso desborde y apenas sí remató de media y larga distancia, como aconsejaba la consecuencia de la lluvia, presente de comienzo a fin.

Entonces, la regularidad de Castro no alcanzó. Tampoco el afán de Cristaldo y menos la intención de Ríos, que durante veinte minutos, a partir del arranque, virtualmente no participó del juego (bastará revisar el video para comprobarlo). Los ecuatorianos apostaron al contragolpe y, objetivamente, sumaron más ocasiones claras: Achilier y Herrera, por caso, no supieron convertir. Y cuando quedaron en desventaja revelaron fehacientemente que solo tenían aprendido el libreto en función del empate.

Le hizo bien al Tigre el ingreso de Luis Melgar. Sentó presencia, se mostró como opción de pase y preocupó a la zaga azul; de hecho fue quien más se aproximó a estirar la diferencia. Con el uno a cero el elenco aurinegro descomprimió la inquietud y desparramó confianza, aquella que le faltó antes. En otras palabras: se erigió —al fin— como un dueño de casa firme, a pesar las imprecisiones, naturales de una cancha pesada.

Y así culminó una campaña perfecta en el Siles. Numéricamente inmejorable. Ahora es necesario aprobar la eterna asignatura pendiente, la de producir en patio ajeno. En cotejos cerrados, como el de ayer, los detalles desequilibran. Así sea mínimamente. The Strongest mantiene su opción en alto gracias a ese convencimiento —superador inclusive de sus baches— que le permitió deshacer un cero que amenazaba con perpetuarse.

Óscar Dorado Vega es periodista.

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