miércoles, 8 de abril de 2015

THE STRONGEST EN 1935 Y 1936

El Tigre rugió tanto en la cancha como en el campo de batalla durante los años que se produjo la Guerra del Chaco.

Adversidades y retos fueron las características del decenio. La crisis económica mundial, la conflagración chaqueña de 1932-35 y la post-guerra abarcaron la mayor parte de él. Sin embargo, en dicho contexto el plantel y la institución stronguista manifiestan temple y valor ejemplares. El compromiso con el país y tres títulos paceños (el 30, 35 y 38), dos en calidad invicta, constituyen clara evidencia.

Celebrando los 107 años gualdinegros, corresponde recordar a los hombres que supieron llevar tan simbólicos colores y dejar en alto el nombre institucional. Se trata de una segunda generación de deportistas, que recibió el legado de la precedente y le dio renovada vigencia.

Dos meses antes de que comenzara el conflicto, el 32, la alineación aurinegra fue: José Bascón; Luis Terán, Renato Sainz (“capitán”); Guillermo Urquizo, Gerardo Peláez, Arturo Vélez Ocampo; Walker Crespo, Hugo Gamarra, Froilán Pinilla, José Toro y Hugo Viscarra. En la delantera, alternaban Luis Montoya y Rosendo Bullaín (apodado “pantera”). La mayor parte ya tenía trayectoria. Gamarra y Viscarra eran los que comenzaban de manera descollante.

Declarado el cese del fuego a mediados de 1935, y en aras de la difícil recuperación psicológica y regreso a la normalidad, “The Strongest” se esforzó por volver a la práctica deportiva suspendida tres años. Lo hizo en agosto, dentro de las posibilidades, conformando cuadro que inicialmente pudiera asumir compromisos amistosos. El esquema era el siguiente: Jesús Bermúdez (refuerzo); Juan Lechín Oquendo, Víctor Angulo; Urquizo, Ricardo Fiorilo, Emilio Estrada; Crespo, Gamarra, Pinilla, Humberto Blanco y Viscarra. Ante las ausencias y gradual reincorporación, se invitó al arquero de la Selección boliviana. Cabe señalar que sólo fue para una fecha y que Bascón retomaría su titularidad. En la defensa, jugó Lechín Oquendo cuya ubicación habitual era el medio sector. Además, se convocó a antiguo rival que hiciera dupla. Novedad para coadyuvar en la contención era Fiorilo. Los otros ya habían alternado en años previos a la movilización bélica.

Vacíos significativos eran los del célebre Tte. Bullaín, que cayó en “Cañada Strongest”, y Víctor Hugo Estrada, Sainz y Peláez, quienes continuaban como prisioneros. Hay que recordar, que su retorno del cautiverio se produjo a mediados de 1936.

Con el equipo del segundo semestre de 1935, y el impulso de la dirigencia, la divisa gualdinegra será protagonista de los esfuerzos por rearticular La Paz Foot-ball Association. Intervendrá, junto a otros seis planteles, en el torneo “Rápido” efectuado del 15 de diciembre al 4 de enero de 1936. Para dicha ocasión, Toro volvió a jugar y contribuyó anotando goles. También lo acompañaron por las puntas, Rafael Quiroga y Echenique. El certamen terminó encabezado por el aurinegro, que así sumó un campeonato más a su ya brillante historial, el inaugural de la post-guerra. Siguiente resultó el juvenil “Club Deportivo Ayacucho”.

Para la segunda mitad de 1936, el stronguista fortaleció sus líneas defensivas y media. A la vuelta de Sainz y Peláez, se sumó la incorporación del arquero Berth Vivancos y del mediocampista de marca José Calvi. Los últimos también fueron repatriados. Saldrían al terreno de juego: Vivancos; Terán, Sainz; Urquizo, Calvi, Peláez; Quiroga, Gamarra, Pinilla, Toro y Echenique. Bascón alternó en el arco. A su vez, Lechín Oquendo estuvo al medio para importantes encuentros. Peláez volvería a ser contención central. Montoya era opción en la banda derecha; Rafael Salvatierra podía ingresar como alero por la franja opuesta; y Viscarra era clave al lado izquierdo.

Aquel elenco dio satisfacciones de carácter inter-departamental e internacional. También en cuanto a aporte al exitoso seleccionado paceño, que de anfitrión obtuvo el título en el “VI Campeonato Nacional”. Ocho de los 15 convocados eran gualdinegros; y el técnico, el emblemático Eduardo Reyes Ortiz, seguía vinculado a la Institución.

Al terminar el torneo paceño del 36 en diciembre, el aurinegro no consiguió repetir su campaña anterior, por lo cual se esforzó. Sin embargo, quedará en honroso tercer lugar. Primero fue Ayacucho, su escolta un año antes. Haciendo balance, en todo caso, hay genuinos motivos para gratas memorias.

Es notable resurgimiento después de la coyuntura de 1932-35. Tiene que ver, la continuidad de una base de jugadores identificados con la Institución (y la formación de nuevos). Aquello hizo posible la respuesta a los tiempos de crisis. Pronto, además, vendrá nuevo éxito que es el Campeonato paceño de 1938. Iba definiéndose cada vez más la mística atigrada, cuyos inicios vuelven a celebrarse.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

El Diario, abril y mayo de 1932; enero y julio de 1936.

La Razón, julio-diciembre de 1935; julio de 1936.

Oporto Lens, Freddy, “El Libro de Oro de The Strongest”, Vol. II, La Paz, Talleres Gráficos “Catacora”, 1989.

Murguía V., Felipe, Historia del fútbol en La Paz (cronología). Homenaje al Cincuentenario de Fundación de la Asociación de Fútbol, 1914-1964, La Paz, Empresa Editora “Universo”, 1964.

Peñaloza, Marco Antonio, “Centenario del Club The Strongest (1908-2008): Contexto fundacional”, en Rosario Aguilar Medina y otros/as, The Strongest, 100 años: Memorias, fútbol, gloria y bolivianidad, La Paz, Carrera de Historia, UMSA, 2008, pp. 4-7.

La fotografía de 1936 proviene de lacaniadadeltigre.blogspot.com

también se la encuentra en la obra de Oporto Lens, Vol. II, p. 83.

38 títulos tiene el Tigre en su historia, desde la Copa Prefectural de 1911 hasta el más reciente de la Liga en 2013.

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