El Tigre piensa en lo que viene con optimismo, primero el torneo Clausura y luego la Copa Libertadores. El entrenamiento de The Strongest comenzó a las 09.35 de ayer, el plantel se reunió en el arco Sur y todos abrazados en un círculo oraron para pedir la bendición de Dios en su trabajo. Luego, en las más de dos horas de entrenamiento, los jugadores se esforzaron al trabajar en la definición pensando en sus encuentros con San José en Oruro- el 2 de abril- y luego con River Plate en Argentina el seis. En la oportunidad, Jair Torrico tomó la palabra y con la cabeza agachada, hizo la oración agradeciendo a Dios. En la jaula atigrada se vive un clima de armonía con el técnico Mauricio Soria y los futbolistas que bromean entre sí. Caras sonrientes con el físico dispuesto al trabajo comenzaron los jugadores a realizar ejercicios de calentamiento que duró por lapso de 25 minutos.
Se incidió por espacio de cinco minutos en el dominio de balón con pases cortos y largos. Posteriormente el grupo de 30 jugadores se dividió en tres para trabajar en la definición con balón. La tarea duró hasta las 10.55. (45 minutos).
En ése trabajo los más destacados fueron el capitán Pablo Escobar, Matías Alonso, Jair Torrico y Ernesto “Teto” Cristaldo. El resto del grupo no desentonó y buscó convertir goles en los arcos que fueron resguardados por Daniel Vaca, Gustavo “Shaquira” Fernández y José Peñarrieta.
Cuatro formas de definición ensayó el profesor Soria, cada grupo de 10 jugadores rotó en todos los espacios cumpliendo a cabalidad las indicaciones del estratega.
Entretanto, se observó a Walter Veizaga trotar alrededor de la cancha por más de una hora, quien posteriormente trabajó con el balón haciendo que la pelota rebote en una barrera metálica pequeña repetidas veces. Después el futbolista volvió a trotar y a realizar carreras más largas para probar la resistencia de su pierna lesionada que al parecer ya se encuentra recuperada. Veizaga comentó que irá paso a paso, pero que tiene fe en que jugará ante River, el próximo seis de abril. La práctica continuó, y cuando las agujas del reloj marcaron las 11.00, Soria reunió al grupo, lo volvió a dividir ésta vez en cuatro y se hizo fútbol en espacio reducido. Los equipos se dividieron por colores; azules, naranjados, negros y amarillos.
Soria tiene la idea cabal del partido ante River y el once que alistará ante el “santo”, que no se descarta sea un alternativo.
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