En 108 años de historia, las mejores frases para describir su grandeza.
"Si The Strongest no se habría fundado, hubiese tenido que existir la necesidad de crearlo”. Alberto José Armando, presidente de Boca Juniors entre 1960 y 1980, profirió esta frase días después de enterarse de que 16 jugadores atigrados perecieron el viernes 26 de marzo de 1969 en el accidente aéreo de Viloco.
Ahora, un siglo y ocho años después de su fundación, "el más fuerte” sigue de pie. La capitanía pasó de Ramón Pachacha Gonzáles a Pablo el Pájaro Escobar. Hay quienes no cambiarían toda la riqueza del planeta por los goles celebrados y aquellos que consideran que el club es parte de la identidad paceña.
Y así como el Tigre -cuyos colores distintivos son el amarillo y el negro- es necesario para entender a La Paz, conocer a Raúl Chupa Riveros es fundamental para saber qué significa seguir a estos colores. "Si vas a ser hincha de The Strongest debes tener mucha fe”, decía el Chupa.
Cada tarde los fanáticos apostados en la curva sur del Siles esperaban ver su menuda figura acercarse desde las gradas de los camerinos -ya con el equipo en cancha- para hacer el ritual. "Ahí viene el Chupa”, "ya viene, ya viene”. Silencio. Últimos trotes cansinos sobre la pista de tartán. Mano derecha a la cabeza, sombrero en la mano, le brillaban los ojos. "Stronguiiiistas, ¡Kaaaalatakaya Huarikasaya!”, rugía. "¡Hurra Hurra!”, respondía eufórica la barra. Aunque hay quienes atribuyen la originalidad de esta expresión de vocablo aymara -que significa "rompe la piedra, tiembla la vicuña”- a Riveros, la historia del grito de guerra atigrado se remonta a mayo de 1931, cuando el periodista e hincha Francisco Villarejos lo ideó para arengar al equipo antes de un partido en Sucre.
De Villarejos a Riveros, la familia stronguista -como se autodenomina su hinchada- lleva ese grito y el orgullo atigrado a todo lugar. "Lo que han visto estos mis ojos no cambiamos con el oro del mundo. Lo que hemos desgañitado por nuestros ídolos victoriosos, imposible de describir”. Así expresa su sentimiento Luis Llanos Aparicio, un hincha de la Guardia Vieja perteneciente al grupo de Los Cañerías en una revista del club publicada en 1966.
Eduardo Galeano decía que en la vida un hombre puede cambiar de novia, de partido político o de religión, pero que no puede cambiar de equipo de fútbol. "Ni por chiste te cambies de colores”, fue -en esta línea- el mensaje que una vez les dijo el Chupa a los hinchas atigrados en una entrevista con un periódico paceño.
En la primera mitad del siglo XX nacieron los denominativos de Tigre y "Derribador de campeones”, este último debido a que en 1941 venció 3-1 al Independiente de Arsenio Erico, uno de los mejores players paraguayos de la historia.
"Yo los llamo tigres porque llevais en la piel los colores máximos del club, que en las sombras densas han recibido el beso del sol, para con sus rayos luminosos hacer de la penumbra el emblema ‘aurinegro’”, palabras del presidente del club don Max de la Vega, en abril de 1940, según el Libro de Oro de The Strongest.
Para el alcalde Luis Revilla, stronguista, el Tigre "es parte de la identidad misma de la ciudad”. Mario Alberto Kempes -campeón con Argentina en 1978 como jugador y campeón con la amarillo y negro como entrenador- declaró en el centenario del club que a Bolivia llegó "a una institución muy grande que por algo cumplió un siglo de vida”. Manuel Monrroy Chazarreta el Papirri recibió los "abrazos más hermosos” en su vida llena de abrazos en la Ultra Sur.
¿Hay alguna frase que sintetice qué es ser stronguista? Hay muchas. La tarde del 22 de diciembre del 2013, tras ganar el título luego de que el equipo fuera desahuciado, el capitán Pablo Escobar dijo una emblemática frase: "Cuando vos le tocas el orgullo a un Tigre, ¡el Tigre te mata!”.
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