The Strongest estaba herido pero puso coraje, nunca se dio por vencido y al final, en los descuentos, halló justicia en el marcador (2-1) ante un Blooming defensivo en exceso, y así el Tigre obtuvo tres valiosas unidades al cerrarse la primera rueda del Clausura liguero.
La visita convirtió la apertura en la única acción de ataque que generó en toda la tarde, porque apostó a defenderse antes de eso y con mayor razón después, y su nulo atrevimiento a salir lo pagó caro, pues más doloroso para los celestes fue ver cómo se les escapó de las manos un buen resultado.
El mérito atigrado fue mayor por dar vuelta al marcador con un hombre menos por la expulsión de Raúl Castro ni bien había pisado la cancha, y por el penal fallado por el colombiano Jair Reinoso, quien luego se sacó la espina.
Fue un lance emotivo por el carácter que le puso el Tigre y la forma cómo lo sacó a flote, pues más allá de eso, en lo futbolístico hubo muy poco. Fue un monólogo con The Strongest atacando siempre y Blooming defendiéndose a como dé lugar.
Como los atigrados se cansaron de llegar en la primera parte y no anotaron (el golero Marco Vaca estuvo bien un par de veces), su castigo vino a los 42’ con un pelotazo largo para Sergio Almirón, quien con clase definió dentro del área sin que el golero Jemio pudiera hacer nada (0-1).
La segunda mitad volvió a ser toda del local, que metió a su rival en su propia área. Era cuestión de tiempo la llegada del gol atigrado, pero los balones casi siempre terminaban en las seguras manos del guardameta celeste.
Hasta que en el minuto 25 cayó la muralla ante un potente remate ejecutado por Diego Bejarano, quien desde unos 20 metros introdujo la pelota en el arco por la derecha.
Reinoso falló el penal que complicó al Tigre (33’), Vaca intuyó el remate, voló hacia su izquierda y pudo desviar la pelota.
Pero The Strongest no se rindió y tuvo su premio a los 46’, en el primer minuto de adición: Bejarano, el mejor de la cancha, desbordó de nuevo por derecha y mandó un centro que Reinoso tocó de taco —con lujo— para anotar el 2-1 definitivo.
Casi se registra una batalla campal en preferencia
Pudo desatarse una batalla campal en la tribuna de preferencia entre el cuerpo técnico y jugadores de Blooming contra hinchas atigrados que estaban en esa zona del estadio. La reacción de la Policía y la calma de los aficionados impidieron que la situación llegara a mayores.
Después del segundo gol atigrado, hinchas del club insultaron al técnico Gustavo Díaz y a su asistente Gastón Machado, quienes se habían ubicado en ese sector, pues por expulsión no podían estar cerca de la cancha.
Machado protagonizó un incidente con una persona y rápido Díaz trató de sacarlo de esa zona, pero la puerta de la malla que separa a la tribuna del campo de juego estaba con candado y la Policía aún no llegaba. Los futbolistas de Blooming lograron romper la misma y accedieron a la tribuna para ayudarlos.
Al final del encuentro, jugadores celestes destrozaron la puerta principal del camarín tres del estadio. La Policía identificó al arquero Braulio Uraezaña, a quien detuvo hasta que asumió el compromiso de reparar el daño.
Elmer Pardo, coronel retirado de la Policía, miembro del Comité de Seguridad de la Liga, calificó el hecho como aislado y culpó a los miembros del cuerpo técnico de Blooming por estar en la tribuna y no ir a un lugar más seguro.
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